Empecemos a trabajar con un poco de humor

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lunes, 20 de julio de 2009

Si de acentuar se trata...

Efectivamente, esa simple rayita que a veces falta sobre una letra o el cambio de un grafema (bah, llamémosle letra) por otro, producen alteraciones en la significación de los enunciados. Debemos recordar que la escritura no es una transcripción de la oralidad sino la utilización de un sistema gráfico de representación por medio de signos gracias al cual podemos comunicarnos. Por eso no debemos olvidar que las reglas, por sí solas, no sirven para nada. La utilidad de su dominio se nota en la medida en que nuestros escritos manifiesten ese conocimiento. Si bien la competencia escrituraria es mucho más que escribir sin errores de ortografía o acentuación, esto es una parte importante.
Como primer acercamiento a esta problemática, empezaremos con las reglas de acentuación. Una vez que seamos capaces de recordarlas, podemos intentar la resolución de algunas actividades.

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